martes, agosto 09, 2011

Revolución

Es fascinante comprobar qué tácticas utiliza la gente para desacreditar la opinión ajena y discrepante. A mí, al menos, me parece fascinante. Y si me lo parece es porque me encanta el debate. Disfruto confrontando mis ideas con las de otras personas, ofreciendo mi punto de vista y mi conocimiento, a veces escaso y a veces extenso, sobre temas que están de actualidad. Al hablar de esas cuestiones en este blog, me expongo doblemente (y lo hago con gusto). Por un lado, soy el primero en hablar y dejo constancia escrita de lo que pienso, lo que da a mi interlocutor (cualquiera que lea esto, quiera o no dedicar unos minutos de su tiempo a contestarme) a meditar sobre mis puntos de vista y contrastarlos con los suyos. Por otro, firmo con mi nombre. Me uno irremediablemente a mi opinión. Y eso, aunque parezca una tontería, me parece un elemento esencial del debate. Ni digo lo que me dicen, ni lo que he leído, ni lo que me parece que puede quedar bien. Digo lo pienso, expreso lo que siento. Nadie tiene por qué estar de acuerdo. Bienvenidos a la grandeza de la libertad de pensamiento y de expresión.

Es evidente que mi opinión sobre algunos aspectos del movimiento del 15-M no son populares, o al menos quienes no la comparten parecen hacer más ruido. Unas pocas personas, la mayoría escondiendo no sólo su identidad (algo extendido en Internet mediante la creación de nicks, algo muy lícito) sino también su procedencia (lo que impide la respuesta en su terreno), han decidido que la mejor forma de defender lo que piensan es denostar lo que yo digo, lanzar insultos, acusaciones sin fundamento (y que creen fundadas en un conocimiento que, por mucho que piensen lo contrario, no tienen sobre mí ahora ni seguramente lo han tenido ni lo tendrán jamás). A nadie le gusta recibir insultos, pero ya sabéis lo que dicen: insulta quien puede, no quien quiere. Y aquellos que han optado por esa vía, la verdad, no pueden. Conmigo no, desde luego, porque el menosprecio salvaje, la nula argumentación y la falta de respeto a la opinión de los demás hace que cualquier interlocutor que tenga en un debate o en una conversación se haya arrastrado él solo por el fango. Ya ha perdido, antes incluso de empezar a hablar, aunque usar palabras grandilocuentes y sin capacidad de respuesta directa le haga sentirse vencedor.

A mí no me preocupa que alguien gaste su tiempo en cuestionar mi forma de vida, mis gustos de ocio, mi pensamiento social o mis ideas políticas. No me preocupa que alguien se invente, sin base alguna, que a mí me gusta algo que no defiendo, que estoy vendido a no sé muy bien quién o qué, que estoy adoctrinado, que soy un facha, que doy asco, que soy lamentable o que no tengo sentido crítico. La verdad, me da igual. No escribo para probar nada a nadie, y mucho menos a la gente que se cree en condiciones de juzgarme con severidad por lo que cree entender de lo que digo. Lo que me preocupa es ese pensamiento único que, al parecer, quieren imponer quienes así se expresan. Se creen libres de toda crítica, piensan que su justa vía es la única admisible y que quien no la comparta es el enemigo a batir, a destrozar, a humillar. Yo escribo con la tranquilidad de respetar todas las ideas que no atenten contra nadie. Es obvio que unos cuantos de los que me han dejado comentarios en mi anterior entrada no comparten ese talante. Allá ellos, yo no voy a cambiar mi forma de escribir o de pensar por cuatro insultos y/o menosprecios, por mucho que cuando exprese una opinión me quieran colocar siempre etiquetas.

Todo tiene que ser blanco o negro, por lo visto. Los grises no se aceptan. Los matices no existen. Estás con nosotros o contra nosotros. Lo siento, ese no es mi mundo ni tampoco el camino que considero adecuado, sea para una acometer una revolución o para mantener contra viento y marea el status quo. Me vais a perdonar, pero no comparto la vía del 15-M, y lo dije desde el primer momento, a pesar de los puntos positivos que sin duda ha tenido. Creo que es un movimiento que ha canalizado el hartazgo que hay en la sociedad española (hartazgo al que no es que me sume, es que lo vengo demostrando desde hace más tiempo del que ya puedo acordarme con acciones y con palabras) y del que sin duda podrán salir propuestas positivas. Pero no le veo con capacidad real de cambiar lo que pretende cambiar. El sistema ni es un problema de España ni se va a solucionar sólo en España. Vivimos en un mundo globalizado en el que muchos problemas son heredados o traspasados. Y vivimos en un país con una larguísima historia, que ha ido dejando también en herencia estructuras que no se pueden cambiar de la noche a la mañana.

Lo que yo pretendía expresar con la anterior entrada, es que no veo en qué ayuda a los llamamientos revolucionarios o de cambio el protagonizar un juego absurdo con la Policía durante tres días, saltarse trámites burocráticos a los que uno se ha comprometido o cercenar los derechos de otros para defender los propios. Creo que hay muchas vías para canalizar la protesta y creo que se están escogiendo unas que no digo ya que sean acertadas o desacertadas, sino que no ayudan al objetivo que se quiere conseguir. Me asombra, sí, me asombra, que estemos ante un movimiento sin rostros y sin voces que canalicen las opiniones, en el que cualquier puede erigirse como portavoz. Sin ellos, no sé si sus responsables tienen la formación y los conocimientos necesarios para emprender la revolución que desean. No sé si se merecen mi respaldo porque no les conozco. Y eso, siento decirlo, me genera desconfianza. Veo una disparidad amplísima de objetivos, quejas y reivindicaciones, pero no siento que se le estén expresando a quien corresponde. No veo a los banqueros preocupados con las protestas. No veo a los políticos inquietos porque nadie les haga caso. Os recuerdo el amplísimo porcentaje de voto que hubo en las últimas elecciones, así que por ahí seguro que no se protestó.

¿Y por qué ahora despreciamos tantas vías que pueden ser válidas? ¿Tanto molestan los cauces legales? ¿Qué diferencia a una manifestación legal de una ilegal? Yo os lo digo. En la legal se habla de los temas por lo que se protesta; en la ilegal de esa ilegalidad de la protesta. ¿Por qué pensamos que el voto no es un medio para cambiar las cosas? UCD tuvo en las elecciones generales de 1979 más de seis millones de votos. En las de 1982 no llegó al millón y medio. Fijáos si se puede castigar al político que no cumpla. ¿Que todos los partidos son iguales? ¿Y qué hay de malo en formar un partido y explorar esa vía, aunque no sea el único camino posible? ¿No está obteniendo resultados crecientes UPyD con esta forma de trabajar? ¿Y qué tiene de malo la palabra escrita que tanto molesta? ¿Por qué tiene que ser más valioso el grito en la calle? ¿Sólo porque sea más alto o porque lo emplee más gente? ¿Por qué quienes se permiten el lujo de criticar a todos los demás no son capaces de aceptar críticas de los demás? Para el movimiento del 15-M no hay nada bueno en políticos, banqueros, periodistas o policías. Y, sin embargo, parece que no me dan su permiso para criticarles nada porque eso supone abrazar lo que ellos critican.

Sigo convencido de que tratar de una forma tan grotesca al discrepante hará que cualquier movimiento, de la índole que sea, se convierta en algo muy parecido a aquello contra lo que dice luchar. Sigo absolutamente convencido de ello. Y decir esto no implica en absoluto que defienda el sistema. Que no proteste. Que acepte todo lo que me impone el modelo actual. Que no me indigne, por utilizar el verbo de moda. Estamos revolucionados, de eso no tengo la más mínima duda. Lo que no veo claro es que estemos recorriendo un camino de revolución. Lo dije el primer día que hablé aquí del 15-M. Ojalá me equivoque. Ojala se consigan cambiar tantas cosas que rezuman injusticia. Pero que eso no sirva para eludir la responsabilidad que todos y cada uno de nosotros también tenemos en muchas de las cosas que suceden a nuestro alrededor. La autocrítica no sólo es sana, sino imprescindible para crecer. Y eso sirve tanto para las sociedades como las personas y sus movimientos. ¿Hay autocrítica en el 15-M? No es ésta una mala pregunta para iniciar una revolución.

11 comentarios:

Sara J. Trigueros dijo...

A mí me parece muy valioso que ofrezcas tus opiniones así de desnudas en el blog aunque te arriesgues a que se te echen encima (cosa que imagino que sabías que sucedería cuando escribiste la anteior entrada). Con la polémica me has hecho plantearme cosas: luego a lo mejor termino pensando igual que antes y me reafirmo en mi anterior opinión, pero el simple hecho de despertar la capacidad de poner en duda nuestras propias convicciones ya es un buen ejercicio para no acabar con delirios de grandeza y faltarle el respeto a todo el mundo (insisto en esto porque me mosqueó bastante leer a algunos anónimos: la alusión al fútbol fue, por ejemplo, pueril y creo que fuera de lugar).

Luego sobre la autocrítica y el 15-M en sí mismo... pues no, evidentemente no hay si generalizamos pero lo bueno del grupo es que es heterogéneo y lo que a mí me parece primordial (ya lo he dicho: lo del sistema y demás) a otro puede parecerle una chorrada en comparación con algo más inmediato como el tema de los desalojos (que a mí, personalmente, me parece innecesario y frente a lo cual estoy en hasta en contra), pero ha servido para unir a un puñado de gente que tiene en común algo, y eso por lo menos me hace ilusionarme algo.

Anónimo dijo...

Hola, Juan.

Soy tu amigo David. No suelo escribir, ya sabes que me da bastante pereza el ordenador (sobretodo por mis problemas de espalda) y huyo lo más posible de estar sentado... (cuando salgo de currar estoy baldao para escribir, y cuando estoy de vacas suelo desconectar... pero he visto tus dos entradas, y las contestaciones, y me he dicho "a escribir").

Pero quiero constatar aquí mi apoyo hacia los que, como tú, manifiesta su opinión de forma educada, cosa que parece que molesta.

Dicho sea de paso... y aunque cada vez me produce más hartazgo lo que veo en la sociedad (cada vez me siento menos libre para manifestar mi opinión, no sea que moleste), comparto al 99% tu visión sobre los "indignados". El adjetivo "facha" hacia ti es la demostración de la ignorancia supina (¡facha, dicen!), y las alusiones a cuestiones personales del ocio de cada uno... lamentables.

Pues si tú, con tu ideología, eres facha... yo con la mía debo ser el mismísimo Hitler.

A modo de anécdota, te cuento (ya te explicaré más en persona) que por una discrepancia con el manido "15M" se ha producido un distanciamiento (no sé si irremediable, pero dudo que las cosas sean como antes) con alguien que yo consideraba más amigo, y que parece ser que no tolera que yo no fuese afín al 15M... y que contrarrestó con la filosofía del "y tú más", mezclando cuestiones personales (también salió a colación el puñetero fútbol -yo como soy del Madrid soy un pijo y facha-, también la religión -ahora que está tan de moda meterse con ella... por supuesto me refiero a la Católica, que es la única a la que hay que criticar, es lo "políticamente correcto", pues lo contrario te convierte en un facha).

Está claro... hoy día, para ser un ciudadano de bien, hay que meterse con la visita del Papa y estar a bloque con el 15M.

Por cierto, mi "amigo", para arreglar las cosas, me manda un bonito "Yo también quiero que Ortega Cano conduzca el Papamóvil"... al que no he contestado. Curioso humor. Los mismos que vituperan catolicismo son los que ven con buenos ojos el Islam... diferentes raseros, en fin... esto es otro tema.

Estoy en la playa, ya te contaré mi periplo italiano... y ya sabes que tenemos cosas pendientes.

Perdona el anónimo, pero es que no me acuerdo de mi contraseña -ni mi usuario, me temo- para "blogear".

Un día de estos monto un blog y me desahogo... ¡qué pena de espalda!

Un abrazo,

David.

PD: grande, Capitán América, me gustó mucho.

Paco Fuentes dijo...

"Los mismos que vituperan catolicismo son los que ven con buenos ojos el Islam" Y tú te atreves a llamar ignorante supino a alguien?? Cómo se puede decir semejante chorrada! padre, perdónale porque no sabe lo que dice.

Sara J. Trigueros dijo...

Al comentario de Paco Fuentes me remito para ilustrar lo del respeto. Efectivamente, muchos de los que vemos con malos ojos el catolicismo es porque vemos con malos ojos la religión en general, pero también es cierto que a muchos anticatólicos se les llena la boca con la palabra tolerancia y ven bien todo tipo de magufadas o religiones minoritarias (lo del islamismo fue, creo, una moda y de esos quedan pocos, pero hay maneras infinitamente más respetuosas de expresar tu disconformidad que decir "Y tú te atreves a llamar ignorante supino a alguien?? Cómo se puede decir semejante chorrada! padre, perdónale porque no sabe lo que dice", y creo que lo he ejemplificado bastante bien fuera del paréntesis).

Sara J. Trigueros dijo...

Nótese que tampoco te he llamado a ti ignorante, que hubiese sido lo más rápido.

Anónimo dijo...

Llamar ignorante a alguien no tiene por qué ser un insulto. Que levante la mano el que no sea ignorante en física cuántica. Yo lo soy. Me podeis llamar ignorante en ese y en otros muchísimos aspectos porque no me ofenderé. Desde el más profundo respeto hacia los que creen, me atrevo a decir que se les puede llamar ignorantes. A mí me parece que la religión se basa en la ignorancia. Lo digo con respeto. Hay eminencias científicas que, aunque sea una contradicción, son también religiosos e ignorantes. Aunque cada vez son menos. Cuanta más ciencia, menos aparece la religión. Es un hecho. Cuanto más conocimiento menos pensamiento mágico.
En ese sentido David no debe enfadarse. A mí también me parece que lo que dice sobre catolicismo e islam no hay por donde cogerlo. Y el Papa me parece el líder de una poderosa secta. Y sus juicios sobre el 15M, infantiles. Lo digo con respeto. Seguro que David tiene otras cualidades. Que no se ofenda si alguien no piensa como él.
Estoy de acuerdo con Trilce sobre las religiones. Todas las religiones. Y sobre el respeto.
Por supuesto estoy de acuerdo con el comentario de Juan. No es por halagar, pero me gusta Un mundo peculiar. En pocos sitios encuentra uno tanto debate. Tus comentarios, de acuerdo o no con ellos, tienen altura y provocan la reflexión. Apasionada en muchas ocasiones, como he podido comprobar. Lo que no es nada malo.
Luis Rodriguez Olivares

Juan Rodríguez Millán dijo...

Trilce, como siempre, te agradezco mucho tus palabras, porque me refuerzan en mi defensa del debate. No pretendo convencer a nadie de mis ideas, sólo exponerla y que cada cual las procese como quiera. A mí leer opiniones discrepantes me encanta, me enriquece y, como a ti, me hace replantearme cosas, cambie o no finalmente de opinión. Aplaudo que el 15-M te ilusione, y estoy seguro de que a ti no te cegará el populismo. Suerte, de verdad, ojalá sirve para cambiar las cosas a pesar de mi escepticismo.

David, pues yo estaría encantado de leer ese blog tuyo, que lo sepas... Tengo claro que los anónimos que escribieron no me conocen ni una milésima parte de lo que creen conocerme, y me digan lo que me digan seguiré expresándome con la misma libertad. Lamento tu anécdota, pero es síntoma inequívoco de los tiempos que corren. A ver si nos vemos, sí, que esto del verano y las vacaciones es una pena para las buenas charlas.

Paco Fuentes, no sabes lo agradecido que puedo ser con los comentarios argumentados y la pena que me da que lo único que se pueda decir de un comentario sea que es "una chorrada". Me sumo por completo al argumento que te da Trilce, por cierto.

Luis, por supuesto que ignorante no tiene por qué ser un insulto. Pero mucha gente lo utiliza como tal, y eso sí que no me parece adecuado. Soy un ignorante en física cuántica, indudablemente, y en otras muchas cosas, así que ahí no hay ofensa posible, pero que llamen ignorante a alguien que me comenta (y me conoce) por decir que no soy facha tiene tono insultante. Muchas gracias por tus palabras sobre este pequeño rincón.

Anónimo dijo...

Paco, Paquito... Paquete, desde el cariño: yo en ningún momento dije que el anticatólico (tampoco los pro-15M) sean, por su condición de tales, ignorantes supinos. Ignorante supino es el que llama facha a Juan porque, con esa afirmación, demuestra cuán poco le conoce. Yo sí tengo la suerte de conocerle, por eso hablo de primera mano.

Pero es que, le conozcas o no, su opinión siempre es respetuosa con la de los demás, y eso no es facha.

Por cierto, con tu estelar intervención, te has ganado claramente un espacio de honor en el grupo de "ignorantes supinos".

Y dicho esto, me gustó mucho la opinión de Trilce, porque demuestra cómo puede uno ser contrario a una religión, sin por ello ofender, cómo puede discrepar, y sin embargo no "atrincherarse". Y es que es compatible el no estar de acuerdo con el catolicismo, pero tampoco con el anticatólico "de las trincheras" (que habla de tolerancia a la vez que no para de descalificar al católico, a la vez que, muestra una cierta "simpatía", por otras religiones como la islámica sin análisis alguno... me viene a la mente el ejemplo de alguna feminista que critica el machismo católico pero a la que le mola mogollón el rollo musulmán para así dejar más claro su anticatolicismo-). Sabéis a qué me refiero: la praxis del "primero se mira la etiqueta, el bando, y en función de si es el nuestro o no, pues se alaba o se critica con fiereza".

El trasfondo de todo es que no todo es blanco o negro, olvidándose de los añorados grises (¡¡uy, reminiscencias fachas!!! -perdón, perdón, grises malos-). Da la casualidad que, a la par que he defendido y defiendo en gran parte a la Iglesia Católica -en algunos aspectos, ojito-, sin embargo soy alguien que no va a misa (aunque visito las Iglesias porque me gustan y me da paz entrar y rezar -allí nunca me piden carnet ni me mira nadie raro-), alquien que no se ha confirmado, que no va a confesar, y que seguramente se case por lo civil (o como mucho, se arrejunte)… alguien que lleva la religión muy a “su manera”… que no comparte ciertas ideas arcaicas (tema preservativo, eutanasia, aborto etc…).

Muchos católicos me dan caña por "separarme de la veda", pero es el riesgo que corre uno cuando piensa por libre, que le dan "hostias" (y nunca mejor dicho) de los dos laditos.

A veces parece que cuando defiendes catolicismo tienes que decir "vaya por delante, no voy a misa, blablabla..." para que le den a uno el beneficio de la duda... ("pues igual no es un radical-católico"), pero tampoco pasaría nada si fuese a misa, me confirmase, me casase por la Iglesia, etcétera...

Luis... supongo que las cuestiones de fe, las creencias tienen un porcentaje muy alto de "ignorancia", usando el término sin connotaciones peyorativas. Pero ahí yo no puedo argumentar, simplemente yo creo (quizás sea una necesidad...)

De todas formas, hazme caso... que no me enfado porque alguien piense distinto. Lo que me cabrea -más bien, me cansa, porque cada vez gasto menos energías en enfados- es la intolerancia, el insulto gratuito, me cansan las etiquetas.

En cuanto a mi juicio infantil sobre el 15M... yo simplemente he dicho que comparto al 100% la opinión de Juan. No he argumentado, porque no tengo demasiado que añadir a lo de Juan. Si compartir una opinión contraria al 15M (y con argumentos) es infantil... pues entonces sí lo seré, vaya. Simplemente, al hilo de eso, he comentado una anécdota personal, que tiene muuuuuucha tela que cortar, pero esto no toca contarlo ahora.

De todas formas, menos mal que intuyes que tengo otras cualidades, jeje... porque con mis argumentos "que no hay por dónde cogerlos" y mi infantilismo... ¡¡lo llevo claro!! :))

Juanillo, desde la previa de la Supercopa, a ver si me puedo dar un alegrón a costa del culé... ya te contaré cuestiones varias (laborales -sigo sin encontrar mi sitio- y vacacioneras -ahí sí que me encuentro más a gusto-). Muchas cosas pendientes, perdona mi ajetreo.

saludos,

David.

Paco Fuentes dijo...

"Por cierto, con tu estelar intervención, te has ganado claramente un espacio de honor en el grupo de "ignorantes supinos".".

Y el moderador del blog pide respeto...

1. Cualquier anticatólico que para defender su posición se manifieste a favor del Islam es gilipollas, así desde el respeto. No se puede odiar a Hitler defendiendo a cualquier otro dictador...

2. La religión, cualquiera, es el opio del pueblo, y que un país laico le esté continuamente dorando la píldora a los católicos es insultante para los que no llevamos mochila... Con mi dinero no, menos con el poco que tengo.

3. La iglesia es una institución machista y anclada en el pasado, que hace un flaco favor a los creyentes. Me alegro, no obstante, de que al menos seas crítico en este aspecto.

4. Hay un momento en la vida para todo. Con la situación actual de tensión y crisis los grises no ayudan. Si de verdad estás pasando hambre, o eres blanco o eres negro. Gris puedes ser cuando tienes tiempo a dialogar mientras degustas una mariscada. Yo estoy pasando hambre, y mi familia también. No me hables de grises...

5. Enhorabuena por el Barça. Yo del Betis... manque pierda... ;)

Y por último, perdona si te has sentido ofendido... Soy Universitario en paro y jodido, me paso mañanas aburrido en casa con el ordenador ojeando blogs y las tardes las dedico a protestar en Sol por tener derecho a una vida digna. No puedo ser gris. Me he llevado palos injustos en la plaza, y te aseguro que no he provocado ninguna guerra, hay policías de paisano por todas partes que se dedican a alterar la paz de nuestras manifestaciones.

Quizás cuando salga de números rojos vuelva por aquí y aplauda la serenidad de los grises, pero de momento no.

Saludos, y suerte a todos, yo desde luego la necesito, no me voy a quedar en casa esperando a que me llegue...

Juan Rodríguez Millán dijo...

David, lo hemos hablado ya unas cuantas veces y estamos totalmente de acuerdo en que lo peor de todo esto radica en la intolerancia, en lo que digo en mi última entrada, que nos quieren poner a todos en una situación de estar con uno y contra el otro. Y, como tú, yo no quiero estar así. Esta amistad me encanta que sirva como ejemplo: tú crees, yo no. Y eso no nos impide hablar incluso de religión. Ese es el gris al que me refiero. Porque hoy, sin creer, no es fácil hablar con un religioso. Y siendo un religioso, es igualmente complicado hablar con alguien que no cree.

Paco Fuentes, claro que pido respeto, siempre lo haré. Lo que David dijo desde el principio es que quien me considere un facha es un ignorante (de ignorarme a mí, de no conocerme en absoluto), y en eso desde luego le tengo que dar la razón. Agradezco mucho más este segundo comentario tuyo porque expones argumentos. Podemos estar de acuerdo o no. Yo entiendo que tú no estés en situación de ver grises y me parece perfecto. Yo los sigo buscando porque entiendo que hay imperfecciones en ambos bandos y estoy convencido de que hay mejores formas de hacer las cosas. Yo no critico a quien va a Sol a protestar por la situación en la que vive. En absoluto censuro las quejas ajenas, ni las tuyas personales ni que haga cualquier colectivo. Y David tampoco lo hace. Pero de la misma forma que nosotros respetamos eso, entiendo que los demás tienen que respetar que nosotros apostemos por otro camino. Como David, yo sí creo que los grises valen incluso en situaciones como la actual. Y no, ni David ni yo somos del Barça, esa enhorabuena no es para mí sino para los culés. Dicho todo esto, de verdad que te deseo toda la suerte del mundo, que encuentres trabajo cuanto antes y que vuelvas cuando quieras por este rincón, estemos o no de acuerdo.

Anónimo dijo...

Acabo de leer ambos posts...

En efecto, como dices, Juan, nuestra amistad es un ejemplo de cómo puede haber diferentes pareceres y la amistad estar por encima de todo. Si todos pensásemos absolutamente igual seríamos clones de Star Wars y sería muy aburrido, jeje. O que todos fuésemos del Madrid o Barça ¡qué peñazo!

Paco, está claro que tenemos opiniones muy distintas... pero en el segundo post al menos argumentas (por cierto, nuestro estado es aconfesional... no laico, son conceptos distintos). Bueno, ya paro, que me sale la vena del "contraargumentar", creo que pasaríamos horas debatiendo (supongo que algún punto de encuentro podríamos tener). Simplemente quiero disculparme por la ironía en mi primer párrafo... supongo que me sentó mal la ironía del tuyo anterior. Y que conste: yo también quiero desearte suerte para que encuentres empleo.

Un abrazo a todos,

David.