martes, mayo 29, 2007

Reflexiones postelectorales

Dos días después de votar, ahí va mi análisis de las elecciones...

· El PP ha ganado estas elecciones. Siempre he pensando que el único baremo para medir una victoria es el número de votos. Y el PP, por primera vez en siete años, desde la mayoría absoluta de Aznar en el año 2000, ha sacado más votos que el PSOE. Pese a todos, estos mismos datos en unas elecciones generales habrían dado un par de escaños más a los socialistas con respecto a sus resultados de hace tres años.

· La victoria del PP en Madrid ha sido arrolladora. No diré que no me lo esperaba (porque entre otras cosas ya había dicho entre amigos que Gallardón iba a ganar de calle en los distritos díscolos por los parquímetros, como así ha sido), pero me parece decepcionante que la victoria haya sido por más distancia que hace cuatro años. Nos esperan cuatro años más de la actual Telemadrid y de preinauguraciones. Lo siento sobre todo por Simancas. Debió ser el presidente madrileño y unos chorizos se lo arrebataron entonces. Ahora parece imposible que consiga ese objetivo alguna vez.

· No soporto este ritual de que pasen unas elecciones y todos hayan ganado abrumadoramente. Dice Zapatero que el hecho de que todos estén satisfechos es una de las grandezas de la democracia. No lo comparto. ¿Tan díficil es admitir lo que realmente ha pasado? Porque es fácil. El PP tiene de bueno que ha logrado más votos que el PSOE y de malo que puede perder los gobiernos de Baleares y Navarra. El PSOE ha ganado poder local y no perdería escaños de repetirse este resultado en las generales, pero el batacazo de Madrid es importante. Y en Navarra y Asturias es ya la tercera fuerza. Análisis serios, por favor...

· Navarra debería ser una lección para todos. Su presidente, del PP, se ha pasado cuatro años gobernando sólo para los suyos y alentando el miedo en los ciudadanos. Y ha perdido la mayoría absoluta. Yo en el lugar del PSOE, y evitando así un pacto con los nacionalistas que dé injustos argumentos a los populares, dejaría que gobernara en minoría y que supiera lo que se siente ante el asedio diario a sus políticas sin el cobijo del rodillo parlamentario.

· La abstención sigue creciendo. Salvo en las últimas generales, donde los atentados del 11-M parece que llevaron a mucha gente a las urnas, cada votación supone perder votantes. Me parece muy preocupante, pero a todos los políticos les da igual. ¿Necesitamos un golpe tan duro como los atentados de Madrid para responder a una cita electoral? Tiemblo sólo de pensar que así sea. Y empiezo a pensar si el sistema electoral que tenemos es el mejor para convencer a los ciudadanos de que su voto es importante...

· ANV consigue un poder que no merece. Su comportamiento en campaña, y el de la llamada izquierda abertzale, ha sido de todo menos correcto. Yo mismo viví en San Sebastián cómo se acorraló a la candidata del PP a la alcaldía de San Sebastián en la Parte Vieja. Si tanto defienden la democracia, ¿por qué la boicotean? Si tanto critican el supuesto pucherazo, ¿por qué lo fomentan ellos con la estrategia del miedo y la presión? La careta que podían tener se ha caído durante la campaña. Son legales, pero habrá que estar ojo avizor.

· La corrupción no se paga en las urnas. Pueblo donde ha habido casos de este tipo, pueblo en el que se han repetido las viejas mayorías sospechosas. Paradigmática es la situación de Carlos Fabra, que ha mejorado sus datos en la Diputación de Castellón, o la del ex socialista y ex alcalde de Ciempozuelos, Pedro Torrejón, que está imputado por su supuesta implicación en una trama de corrupción y con un nuevo partido ha logrado acta de concejal y arrebatar la victoria al PSOE. Sólo dos ejemplos entran en la lógica. En Seseña, el alcalde que tanto se ha opuesto al Pocero, de IU, ha aumentado su poder. Y en Marbella ha ganado el PP, el único partido al que no le había salpicado la corrupción. Lo demás, para echarse a llorar.

· Todos tranquilos. Valencia tendrá carrera de Fórmula 1. El chantaje de Camps supongo que no habrá influido mucho en los votantes valencianos (espero que no haya influido), pero aún así la victoria del PP ha sido muy amplia. Junto con Madrid, las mejores noticias para los populares han llegado del Levante.

· Los barones socialistas tenían mucho poder entre los ciudadanos, pero sus sucesores no lo han perdido en absoluto. Eran las primeras elecciones sin Juan Carlos Rodríguez Ibarra en Extremadura y sin José Bono en Castilla-La Mancha. Y en ambas plazas el PSOE, con sus nuevos candidatos, mantuvo las mayorías absolutas que dejaron estos dos pesos pesados.

Y terminada una campaña, empieza ya la precampaña de las generales del próximo año. Porque, aunque muchos pensemos que aquí se estaban eligiendo alcaldes y presidentes autonómicos, debe ser que estamos equivocados y esto era una especie de primera vuelta entre Zapatero y Rajoy. A lo mejor algún día los políticos españoles se darán cuenta de lo cansina que es esta rutina, probablemente una de las causas del aumento de la abstención...

sábado, mayo 26, 2007

Hoy a reflexionar, mañana a votar

Ya se ha terminado la campaña. Escribo en plena jornada de reflexión. Y por ello me voy a abstener de hacer comentarios políticos, no vaya a ser que la Junta Electoral me aperciba. Sólo voy a pedir eso, reflexión. Hay que reflexionar sobre los últimos cuatro años, sobre la gestión que hemos tenido en nuestras ciudades y comunidades autónomas, sobre lo que unos y otros pretenden hacer con nuestro voto, sobre lo que han dicho y hecho unos y otros partidos en ese tiempo, y también en esta frenética e insulsa campaña, en la que las propuestas y la política local han sido lo de menos.

Y también quiero pedir una cosa. Que vayáis a votar. Al partido que os gobierna o a uno de la oposición. En blanco, si ninguna propuesta os convence. Pero votad. Si hay algo que nunca he soportado en unas elecciones es un porcentaje elevado de abstención, de personas que deciden conscientemente quedarse en sus casas y no votar. Por supuesto, están en su derecho. Pero no hace tantos años la gente en este país suspiraba por poder votar. Una dictadura se lo impedía. Hoy tenemos esa posibilidad y ese derecho. Ejerzámoslo. Y ejerzámoslo con convicción. Votad a quien queráis, pero hacedlo convencidos de que es lo que pensáis.

jueves, mayo 24, 2007

Mis motivos para NO votar al PP

No voy a votar al PP en las próximas elecciones municipales y autonómicas. Y no lo voy a hacer porque tengo muchísimo motivos para no darles mi voto. No les voy a apoyar...

· Por plantear estos comicios como unas primarias. Abrir la carta de propaganda electoral del PP y encontrar una carta firmada por Mariano Rajoy en la que pide mi voto porque "el Gobierno socialista ha empleado su mayor esfuerzo en cuestiones poco importantes para la mayoría de los ciudadanos" es indignante. Más política local y menos chorradas globales, que ahora estamos eligiendo alcaldes y presidentes autonómicos.

· Porque nadie conseguirá nunca mi voto con la estrategia del miedo. Ni España se hunde con los socialistas, ni se entrega a ETA, ni llega el cataclismo universal. Basta ya de aquel viejo eslogan nunca enterrado de "paro, despilfarro y corrupción", ¿no...?

· Porque han centrado la campaña en ETA. Sólo en ETA y nada más que ETA. Gran problema en el País Vasco, pero no sé si el señor Rajoy me podrá explicar que le importa eso a un votante por ejemplo de Castellón en estas elecciones. Y además lo hacen con mentiras y medias verdades. Acaba de explotar un artefacto casero junto al coche de un candidato del PSE en Getaria. Supongo que se habrán equivocado, porque como los socialistas trabajan con ETA...

· Porque no ha tenido la suficiente valentía como para atajar los casos locales de corrupción en su propio partido y vemos, por ejemplo, a un tal Fabra presentándose de nuevo en estos comicios. El PP incumple su propio código ético.

· Por José María Aznar. Porque este señor, demostrando día tras día que no tiene ningún sentido de Estado a pesar de haberlo dirigido ocho años, sigue mandando en el PP. Y aunque Rajoy diga lo contrario, rápidamente sale Acebes a respaldar a su verdadero líder. Que un tipo diga que todos los votos que no vayan al PP son para permitir que ETA vuelva a las instituciones en una indignidad más de un tipo que ya nos ha mentido demasiadas veces. Que vuelve a coger la botella de vino y nos deje en paz.

· Porque Gallardón me vende un Madrid "abierto, cosmopolita y moderno, que progresa hacia el futuro sin olvidar sus raíces", pero yo lo que veo es una ciudad con mucha delincuencia, con un grave problema no resuelto de inmigración, con unas calles sucias y peligrosas, con unas obras prematuramente inauguradas y no preparadas por lo visto para recibir algo de lluvia, con tres años de molestias continuas para los ciudadanos por los agujeros (creo que todavía no han encontrado el tesoro), con infraestructuras que no están a la altura (mientras escribo este texto se ha ido la luz tres veces por la lluvia, supongo) y otras muchas cosas...

· Porque Esperanza Aguirre convierte al Gobierno de mi Comunidad Autónoma en un estilete contra el Ejecutivo de la Nación. No gobierna para los madrileños, gobierna para el PP.

· Por los parquímetros, necesarios en ciertas zonas de Madrid pero absolutamente superfluos en otras. En distritos como el de Fuencarral, en el que vivo, se ha puesto zona verde y azul absolutamente al azar, sólo con afán recaudatorio y no para solucionar problemas de circulación o aparcamiento. La voz del ciudadano, ignorada una vez más.

· Porque se ocultan los enfrentamientos continuos entre Ayuntamiento y Comunidad. Y se hace por interés, porque ambos están gobernados por el PP. Que Aguirre y Gallardón no se pueden ni ver es un secreto a voces, y cada vez que hay un problema en el que ambos tienen competencias, se echan las culpas el uno al otro.

· Porque cada vez que veo un informativo de Telemadrid, diga lo que diga, me siento manipulado. Son tantas las mentiras que le he pillado, que ya no creo nada de lo que diga. Y qué decir si nuestra ilustre presidenta despide como despidió a un director de informativos (de derechas, por cierto, no vayáis a pensar que la ideología tiene algo que ver en esto...) por llevarle la contraria...

· Porque estoy harto de preinauguraciones del estilo Aguirre, en hospitales donde no están terminados los lavabos o donde se trae material médico de otros centros para que la presidenta se haga la foto.

· Porque Esperanza Aguirre llegó al poder en Madrid gracias a un clarísimo y no investigado caso de corrupción política.

Y seguro que hay más razones, pero con estas creo que os podéis hacer una idea de lo que pienso... Que nadie crea, de todos modos, que mi voto es un voto negativo. Votaré al PSOE para el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid porque creo en ello. Rafael Simancas tuvo mi voto asegurado después de la indignidad que le hicieron en las anteriores elecciones. Con Miguel Sebastián tenía más dudas (y las tengo sobre su futuro en el desgracidamente improbable caso de que llegue a gobernar), pero también tengo motivos para votarle.

martes, mayo 22, 2007

Donosti, ayer

Así lucía ayer San Sebastián, la ciudad más bonita del mundo. Hacía ya unos mesecillos que no pasaba por allí y ya iba siendo hora. No es que el tiempo me acompañara mucho (el domingo no amaneció con una bruma que tapaba casi por completo los montes Igeldo y Urgull), pero eso no evitó mi visita ya tradicional al Peine del Viento (al que di recuerdos de una gran amiga que descubrió ese rincón de Donosti hace sólo una semana), un par de buenas comidas en la Parte Vieja y, cómo no, el partido del domingo en Anoeta...

Y con la excusa futbolera, es más que probable que dentro de tres semanas esté ya otra vez allí, así que veréis seguramente por lo menos otra foto de este ciudad a la que nunca me cansaré de viajar. Los insensatos que no la conozcan, que hagan el favor de incluir San Sebastián entre sus próximos destinos...

viernes, mayo 18, 2007

Y ahora se rasgan las vestiduras...


La que se ha armado en la campaña madrileña por la decisión del candidato del PSOE a la Alcaldía de la capital, Miguel Sebastián, de utilizar el caso Malaya para atacar a su rival en las urnas, el todavía alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. ¿O habría que decir la que ha armado la derecha...? Analicemos lo sucedido...

Los hechos son sencillos de relatar. En el debate que tuvieron esta misma semana en TVE, Sebastián le preguntó a Gallardón si tenía alguna relación con algún imputado en este caso con respecto a "operaciones urbanísticas en la ciudad de Madrid". Y entrecomillo eso porque tiene su importancia, ante la respuesta del propio alcalde y de sus medios afines. Gallardón le respondió diciendo que no iba a tolerar ataques personales.

La pregunta tenía su origen en la mujer que aparece en la revista que mostró Sebastián en el debate. Se trata de Montserrat Corulla, testaferro en Madrid de Juan Antonio Roca, principal acusado de la trama de corrupción de Marbella. Corulla pasó cinco meses en prisión y salió tras pagar una fianza de 50 millones. Gallardón y Corulla mantuvieron conversaciones que el juez Miguel Ángel Torres decidió excluir del sumario del caso Malaya por considerarlas de índole personal. Y a eso se ciñió Gallardón cuando Sebastián le preguntó en el debate, aunque con un tono de enfado considerable.

El enfado se ha multiplicado tras el debate. Primero por la actuación del vicealcalde de Madrid, José Cobo, que llegó a insultar al candidato socialista fuera de cámara. Después, con la reacción de la derecha política y mediática (ABC ha decidido retirar de su página web el blog que había cedido a Sebastián "ejerciendo su derecho a acoger en sus páginas, tanto impresas como electrónicas, sólo las opiniones de aquellos que considera que ejercen la libertad de expresión sin insultos ni ataques personales"). Y, qué queréis que os diga, si algo me produce toda esta reacción es risa.

Y me río porque después de todo lo que se ha escuchado en este país no es de recibo montar en cólera por algo como esto. No me gustó la pregunta de Sebastián, porque creo que la política es mucho más que intentar sacar los trapos sucios del adversario. No me gustó su insistencia, a pesar de que Gallardón no respondió abiertamente a la pregunta que le hicieron hasta la tercera ocasión, cuando dijo que "relación profesional, ninguna". Pero de ahí al linchamiento que ahora se pretende hacer va un trecho enorme. Y más gracioso todavía resulta si añadimos a toda esta tragicomedia que el miércoles en el Congreso de los Diputados el líder de la oposición se permitió el lujo de acusar al presidente del Gobierno de "favorecer a ETA".

Esa es sólo una de las muchas lindezas que la derecha política y mediática lanza contra el PSOE desde hace ya mucho tiempo, incluso cuando los socialistas estaban en la oposición. Se ha acusado a los socialistas de gobernar gracias a los atentados del 11-M, de entregar España a una banda terrorista, de "traicionar a los muertos", de alegrarse de que soldados españoles regresaran de Irak dentro de un ataud... Escuchad a Ángel Acebes en sus ruedas de prensa de los lunes, poned en vuestras radios el programa de Jiménez Losantos en la COPE todas las mañanas o escuchad a Nacho Villa los miércoles en 59 segundos.

Todo eso se ha dijo y se ha escrito en este país. Y está en las hemerotecas, si es que alguien las quiere revisar en busca de todos los insultos, desprecios y mentiras que la derecha ha lanzado contra el PSOE. Los propios medios parecen que no están interesados, volcados en la defensa numantina de sus candidatos a cualquier precio. Después de todo lo que llevamos oyendo en los últimos tiempos, ahora se rasgan las vestiduras desde la derecha. Tiene guasa la cosa, de verdad...

jueves, mayo 17, 2007

Crueldad futbolística

Dice Ernesto Valverde, entrenador del Espanyol, que de tener que perder una final prefiere que sea como la que perdió ayer su equipo. Entiendo lo que quiere decir, quiere destacar que sus jugadores lucharon hasta el final, lo indecible, en inferioridad, para ganar el partido. Resucitaron dos veces, sobre todo la segunda cuando ya nadie lo esperaba. Y eso me hizo apoyar al Espanyol durante el partido, un partido en el que le vi superior al Sevilla (felicidades al campeón, sobre todo a Palop, un porterazo ninguneado durante muchos años que tiene ahora el reconocimiento que siempre ha merecido) mientras ambos equipos mantuvieron once jugadores en el campo. Qué le voy a hacer, me van las causas perdidas (por si alguien no lo ha visto todavía, soy aficionado de la Real Sociedad, así que algo sé del sufrimiento futbolístico; mirad la clasificación de la Liga y lo entenderéis...).

Pero discrepo de Valverde. Yo no querría perder así. No querría perder después de haber rozado una gloria que parecía imposible ya después de que el Sevilla marcara el 2-1. Lo de anoche me pareció cruel. La típica crueldad que tiene el fútbol. El Espanyol perdió la final de la Copa de la UEFA, la segunda a la que llegaba en su historia, de la misma forma que perdió la primera. La tanda de penaltis decidió el campeón. Y allí los periquitos volvieron a perder. Fue cruel. Más que por los jugadores (aunque la mayoría seguramente no volverán a disputar otra final europea), que también, por los aficionados que se pegaron la paliza de ir a Glasgow, que pidieron un día libre en el trabajo, que se dejaron un dineral en el viaje y en la entrada. Y sobre todo por los aficionados que vivieron las dos finales, la de hace 19 años y la de anoche.

Y es que el fútbol, ese deporte que tantas alegrías, satisfacciones y momentos de gozo nos da a sus aficionados, puede ser a veces realmente cruel. Anoche lo fue con el Espanyol y con sus aficionados. Pero lo grande que tiene este deporte es que casi siempre hay una siguiente oportunidad.

martes, mayo 15, 2007

Vera y Tamayo: la necesaria reescritura del pasado

Hace unos días escribí aquí que la maquinaria política, mediática y propagandística de la derecha es mucho más poderosa que la de la izquierda. Y la actualidad me ha brindado estos días dos ejemplos fabulosos para corroborar esa afirmación y que hacen necesario reescribir un pasado que muchos daban por cierto tal y como lo vendieron por su propio interés personal.

El primer asunto es la resolución que ha dictado el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, pidiendo la repetición del juicio por el secuestro de Segundo Marey, uno de los crímenes de los famosos GAL, archiutilizados en su política de confrontación a cualquier precio por el PP, ese partido que considera ya pasada la guerra de Irak pero no este negro episodio de la historia de España. Por este asunto fueron condenados a penas de prisión el ex ministro del Interior José Barrionuevo y el ex secretario de Estado de Seguridad Rafael Vera (en la foto).

Fue Vera quien presentó el recurso a esta instancia judicial, después del fallo en su contra tanto del Tribunal Supremo como del Constitucional. Y ahora el Tribunal de Estrasburgo ha pedido la repetición de aquel juicio, ojo a los motivos, por "la infracción del derecho de presunción de inocencia" y "la falta de imparcialidad del juez instructor". Aquel juez era Baltasar Garzón, en plena cruzada contra el Gobierno socialista de aquellos años después de que Felipe González no satisfaciera la ambición del magistrado de convertirse en ministro. Como dice Vera, a estas alturas da un poco igual ya esta resolución y además es triste que la dicte un tribunal internacional y no uno de nuestro país. Y como lo califca el propio ex secretario de Estado, todo esto ha sido un "tsunami político-mediático-judicial" que ha durado nada menos que doce años.

El otro asunto que me sirve para confirmar mi teoría es el famoso Tamayazo, aquella maniobra de dos diputados socialistas que privó a Rafael Simancas de ser el presidente legítimo de la Comunidad de Madrid y otorgó al PP la posibilidad de recuperar esa plaza en unas elecciones repetidas. Se constituyó entonces una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid para investigar por qué Eduardo Tamayo y Teresa Sáez impidieron que PSOE e IU gobernaran en coalición después de que Esperanza Aguirre no lograra la mayoría absoluta. Una comisión, por cierto, en la que el PP vetó que se incorporara documento alguno (los populares no hablaron entonces de un "cierre en falso" como con la del 11-M, no...).

El caso no llegó a los tribunales. ¿Por qué? Pues muy fácil. El actual ministro de Justicia, fiscal jefe de Madrid cuando se produjeron aquellos hechos, Mariano Fernández Bermejo, ha afirmado que fue porque el entonces fiscal general del Estado, Jesús Cardenal (el mismo que no permitió que se investigara al ministro Piqué, por ejemplo), prohibió toda investigación de este asunto tanto a Fernández Bermejo como a quien era fiscal anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo. "Por primera vez en la historia de la democracia se prohibió a los fiscales investigar lo que había pasado. Se nos prohibió, no hubo manera. Pero ¿por qué? ¿Qué había que ocultar? ¿Es que había algo que temer por una investigación?", se ha preguntado el hoy ministro.

Lo que dicen tanto Vera como Fernández Bermejo no es nuevo. Son las mismas posiciones que mantuvieron cuando se produjeron estos hechos, los primeros hace doce años y los segundos hace solo cuatro. El primer caso era el que utilizó la maquinaria de la derecha para derribar al Gobierno de Felipe González durante años y para provocar la caída del PSOE tras la retirada de Felipe de la primera línea política. El segundo sirvió para que Esperanza Aguirre, la misma que inaugura hospitales que no están acabados, la misma que propicia la salida de Telemadrid de directores de informativos que le hacen preguntas incómodas, no perdiera el poder en la Comunidad de Madrid. Reescribamos la historia porque hay personas que tienen derecho a ello.

sábado, mayo 12, 2007

¿Sabemos debatir? ¿Sabemos discrepar?

Llego mucho tiempo dándole vueltas a una idea. Creo que la gente no sabe debatir, no sabe discutir y, sobre todo, no sabe discrepar. Parto de la base de que me encanta debatir sobre cualquier cosa. Hay temas que domino, hay otros sobre los que tengo algún que otro conocimiento y otros sobre los que no sé nada de nada. De todos ellos me gusta debatir, pero el tono cambia en función de lo que sepa y de lo que pueda aprender en ese debate.

Sin embargo, cada vez es más complicado sacar algo en claro de un debate. Hay un mal muy extendido, y es el de creerse en posesión de la verdad absoluta al margen del conocimiento que se tenga del tema. Ya sólo sabemos debatir cuando el otro opina lo mismo que nosotros. No sabemos discrepar con respeto. Y eso me lleva a otro mal bastante común, el de defender una idea propia desacreditando la del oponente, incluso al oponente mismo.

Me viene esto a la mente por un caso muy concreto. Colaboro con una página web enviándole críticas de estrenos de cine. Esta página tiene la particularidad de que los usuarios registrados pueden dejar comentarios, y en muchas ocasiones leer lo que dice la gente es bastante enriquecedor. Pero la semana pasada se me ocurrió enviar una crítica de La fuente de la vida bastante negativa (para qué engañaros, me pareció una película mala de solemnidad, mal hecha, mal explicada, y reflejo del tipo de cine que hace su director, Darren Aronofsky, que siempre ha logrado una enorme sensación de aburrimiento conmigo).

Pues esa opinión negativa ha provocado que un usuario diga que el simple hecho de que no me hayan gustado las películas de Aronofsky le da, y reproduzco tal cual lo ha escrito, "qué pensar sobre tu calidad como crítico de cine" y afirma que esa opinión hace que "el resto que escribes tenga una mínima credibilidd para tí". Y digo yo. ¿El papel del crítico no es dar su opinión (reclaco, opinión) sobre una película? La suya, no la de otros, insisto. ¿Por qué el hecho de que no me haya gustado una película lo utiliza esta persona como un argumento para despreciar mi trabajo como crítico? Digo yo que me podría reprochar que dijera falsedades sobre la película, que no recabe información veraz sobre el filme objeto de mi crítica, que no supiera escribir, que tenga faltas de ortografía... ¿Pero cuestionar mi trabajo por mi opinión? Pues vaya un respeto que tenemos por los demás y su trabajo, ¿no?

Y constato que no es un hecho aislado. La gente no quiere aprender cosas nuevas de una buena discusión. La gente lo que quiere es ganar una discusión. Y a mí me aburriría una barbaridad si todos pensáramos lo mismo sobre todas las cosas. A mí me enriquece hablar con una persona que mantiene una posición diametralmente opuesta a la mía, siempre y cuando la defienda con sus ideas y con respeto. Pero cada vez es más difícil. Si hablas de política, la gente se enroca como si estuviera defendiendo su propia vida. Si hablas de fútbol, tienes que tener cuidado con quién hablas para salir ileso de la conversación. Si hablas de religión o de educación, no te quiero ni contar. Y ahora ya la gente duda de mi capacidad como crítico de cine por mantener una opinión. Viva la libertad.

Pues yo voy a seguir igual, que queréis que os diga. Voy a seguir defendiendo lo que pienso sobre cualquier asunto. Y si a alguien no le gusta, que no me escuche, que no tiene por qué hacerlo, que no soy el salvador de la humanidad ni nada por el estilo. Yo sí estoy dispuesto a escuchar a todo el mundo, piense lo que piense. Si no mantenemos esas bases, el noble arte de la discusión y la oratoria se perderá para siempre, porque la mayoría optará por guardar silencio cuando no tenga un auditorio entregado. Y lo peor es que cada vez entiendo más a quien guarda ese silencio. Cuando uno habla, se enfrenta ya de partida al descrédito por parte de los demás. Ya no aspiramos a escuchar. Sólo esperamos, en el mejor de los casos, a que se termine de hablar, para ejercer nuestro derecho a lapidar a quien habla. No creo que ese sea el camino.

viernes, mayo 11, 2007

Pues ya estamos de campaña...

Pues sin habernos dado ni cuenta, ya estamos en campaña electoral. Esos quince días protagonizados por discursos, soflamas, ataques viscerales o meditados al adversario político, banderas, mítines, algún que otro debate y promesas, muchas promesas, que en ocasiones más que puntuales caerán en el más absoluto de los olvidos una vez que los pobres ciudadanos hayamos depositado nuestro voto en las urnas. A veces uno piensa que es mejor pasar estos quince días como los monos de la imagen, sin ver, oír ni hablar, pero al final uno sabe que eso no es posible. Porque pasan tantas cosas en una campaña electoral, que siempre acaba llegando el momento en que a uno le entra mono de cubrirla como antaño.

Todavía no recuperado del shock que me produjo la promesa electoral del PP valenciano en forma de carrera de Fórmula 1 (avalada por el propio Mariano Rajoy, todo un demócrata que avala al mismo tiempo que Valencia se quede sin carrera si gobierna el PSOE; a quien castigaría es a los valencianos y a los españoles, no a los socialistas), llega la encuesta del CIS para estos comicios en 13 comunidades autónomas y miles de municipios. El sondeo no refleja demasiados cambios con respecto al mapa actual, si acaso la posibilidad de que el PP pierda dos de sus autonomías, Baleares y Navarra. Para gobernar en ambas, y siempre que los populares no alcanzaran finalmente la mayoría absoluta, los socialistas tendrían que pactar con otros partidos.
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Madrid no cambiaría de manos y seguiría en las del PP, y eso me atañe por partida doble. Primero, porque ahí es donde resido. Y segundo, porque el PSOE lleva tiempo buscando un golpe de mano en esta comunidad autónoma, desde hace ya algunas convocatorias electorales. Casi consigue darlo hace cuatro años a nivel autonómico, pero el Tamayazo lo impidió. El CIS le da a Espernaza Aguirre el 51,2 por ciento de los votos y más diputados que en la anterior cita electoral. Quedan quince días para rascar ese 1,3 y dejar sin la Presidencia a la candidata popular que no llega a final de mes con 8.000 euros de nómina. Lo de la Alcaldía sí que parece utópico, y muy poco seguro que ha ayudado la polémica sobre la CNMV en la que se ha visto envuelto el candidato socialista, Miguel Sebastián. Por sorprendente que nos parezca a quienes no apoyamos a Gallardón, el PP conseguiría dos ediles más gracias a un 52,7 por ciento de los votos, imposibilitando un pacto entre PSOE e IU.
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Y la mirada, por supuesto, también se va a ir a Euskadi, donde no hay autonómicas. Allí, ANV puede recuperar para la izquierda abertzale muchos feudos tradicionales de las ilegalizadas Batasuna y HB. El mapa político va a cambiar bastante. Y, como siempre, me manifiesto entre la alegría que supone que una buena parte del electorado vasco (sea de la ideología que sea, que éstas son libres) va a tener un partido cercano a su pensamiento y el temor que me produce que ETA pueda resurgir con la fuerza de antaño gracias a esta situación. Hoy pesa más la segunda impresión, pero el beneficio de la duda y la presunción de inocencia deben prevalecer sobre las sospechas que podamos tener hoy. Veremos cuál es el comportamiento de ANV tras las elecciones. Y el de la ilegalizada Batasuna también.

jueves, mayo 10, 2007

Gobernar para tu partido, no para tus ciudadanos

Me he llevado una gran alegría cuando me he enterado de que Valencia va a albergar un Gran Premio de Fórmula 1 a partir del próximo año. Con el de Barcelona, España tendría dos pruebas del mundial en los próximos años. A mí siempre me ha encantado que acontecimientos deportivos del más alto nivel se celebren en nuestro país (aunque la vela no me interese lo más mínimo, que Valencia esté acogiendo la America's Cup me parece genial). Además, esta cita traerá seguro un gran beneficio económico para la ciudad, para la región y para el país.

Pero mi alegría la han tirado por el retrete cuando me he enterado de la condición que pone el mandamás de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone: que gane el PP las elecciones. "El contrato, aunque está todo preparado, no lo firmaré hasta después de las elecciones, cuando gane Camps", ha dicho. Y me he quedado de piedra. ¿Cómo es posible que un proyecto externo, que nada tiene que ver con el programa electoral de un partido, que beneficia tanto a una ciudad, esté supeditado a una candidatura política? ¿Se imagina alguien que cuando Madrid se presentó para organizar los Juegos Olímpicos se hubiera dicho algo parecido desde el COI? Esto es una barbaridad me atrevo a decir que sin precedentes en la historia electoral de nuestro país...

Camps, claro, ha quitado hierro al asunto y ha dicho que, aunque agradece la vinculación del proyecto a su persona, "esta carrera es para España y para Europa". Pero como ya he dejado claro en anteriores entradas que no creo en las coincidencias, y menos en fechas electorales como las que vivimos, no soy capaz de tragarme que el comentario de Ecclestone se haya producido sin que nadie lo supiera. Y más cuando se ordenó la retirada de logotipos institucionales en la comparecencia de Ecclestone, que ya habían sido instalados, para evitar sanciones de la Junta Electoral. Para mí, una muestra más de que hay demasiada gente en este país que gobierna pensando en su partido y no en sus ciudadanos. Ya no me queda ingenuidad para creerme otra cosa. Ojalá Camps no gane. Sólo así veremos qué hace el todavía presidente de la Comunidad Valenciana y demostrará su auténtica talla moral.

miércoles, mayo 09, 2007

La maquinaria de la derecha

En los últimos tiempos he tenido un par de conversaciones sobre el poder de la maquinaria de la derecha y de la izquierda. Ante mi sorpresa, mis dos contertulios, por separado, se mostraron convencidos de que la izquierda tiene mucho más poder propagandístico que la derecha. Y el caso es que recientes acontecimientos me han vuelto a traer este asunto a la cabeza y me han convencido, todavía más, de que el poder de la derecha es claramente superior.

Acepto, como me decía uno de estos contertulios, que el mayor grupo de comunicación español es de la izquierda. Es decir, Prisa. Pero las ideas de la derecha calan con mucha más facilidad sin prueba alguna. La supuesta independencia de Navarra, la destrucción del Estado español a raíz del Estatuto catalán y la nunca probada relación entre ETA y el 11-M apenas son tres ejemplos de lo que digo. Estos tres asuntos forman parte del ideario de la derecha sin que hayan aportado una sola prueba física de su certeza. No ha hecho falta para que muchos ciudadanos lo crean.

Cuando la izquierda ha puesto en marcha sus campañas propagandísticas contra la derecha, lo hace sobre hechos más o menos probados e importantes. El Prestige sucedió. La guerra de Irak sucedió. Las mentiras sobre el 11-M sucedieron. Después se podrán magnificar o incluso exagerar. Pero la base es real. A la derecha no le hace falta que suceda algo para que el mensaje cale en la gente. Y a la inversa. Aunque algo suceda con la derecha, consigue hacer creer que nada ha sucedido.

Hay otra vertiente interesante de este asunto. ¿Qué tendrá la derecha que no le surgen traidores? Porque en la izquierda hay muchos. Me acuerdo ahora del juez Garzón, que inició su cruzada contra el Gobierno de Felipe González después de salir de las filas socialistas. Me acuerdo de aquel ínclito y olvidado Tamayo, el que robó la presidencia de la Comunidad de Madrid a Rafael Simancas hace cuatro años. ¿Qué decir de Rosa Díez? Y tenemos ahora de pura actualidad a Manuel Conthe, ex presidente de la CNMV, que ahora se dedica a dar ruedas de prensa quincenales para denunciar corrupción en el Gobierno socialista. Conste que no prejuzgo si es cierto o no lo que denuncia, sólo la denuncia en sí misma.

Es obvio que a la derecha no le pasa nada parecido, incluso aunque haya que sacrificar al personal. Porque no se recuerda que quien presidiera la CNMV en tiempos de Aznar fuera después hablando de casos como el de Gescartera. O que Alfredo Urdaci, después de pasar la vergüenza de ser el primer director de informativos de TVE condenado por manipulación, apuntara más arriba. O que Juan Carlos Aparicio o Pío Cabanillas, los dos ministros sentenciados por el absurdo decretazo contra el que hace poco se ha pronunciado el Constitucional, se hayan puesto a rajar como locos. O que Agustín Díaz de Mera se desdiga de su descabellada denuncia ante el juez de la relación de ETA con el 11-M. O que quien realmente escuchara las lamentables órdenes tras el desastre del Prestige haya contado la verdad. Y podríamos seguir...

No encuentro nada elogiable en todo este asunto, desde luego. Es deprimente tener que leer El País para conocer los casos de corrupción de la derecha y El Mundo para tener noticias de los casos de la izquierda. Es deprimente que las personas que nos dirigen, desde cualquier institución, vendan su silencio o sus palabras, ya sea por lo que les ofrecen los de sus propias filas o las del enemigo. El silencio cómplice no es mejor que la traición, se mire como se mire. La aplicación en esta situación de la famosa frase "Roma no paga a traidores" abre tantas incógnitas como motivos para estar asqueado de la política española...

martes, mayo 08, 2007

Mi escasa confianza en Esperanza Aguirre

Si hay un personaje del mundo de la política del que nunca me he fiado, don Ángel Acebes al margen, es de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Le he visto tantos detalles extraños, de esos que le llevan a uno a plantearse si sabe lo que está haciendo o diciendo, que si hay algo que no le puedo dar es confianza, precisamente lo que pide la candidata del PP a la reelección para dirigir los destinos de los madrileños en su eslogan de campaña.
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Ya desde su etapa de ministra de Cultura me hizo dudar. Sobre todo a raíz de aquella imposible entrevista radiofónica en la que no "ponía cara" a Santiago Segura (que ya era entonces el director de la película española más taquillera de la historia, Torrente) o le preguntaron por la última película española que había visto ("esa con el título muy bonito", dijo pensando en La buena estrella; "¿Airbag?", le preguntaron, y respondió: "No, no, española"...).
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Mítica también es su confusión, relatada por testigos presentes en el acto, durante la inauguración el año pasado del colegio Dulce Chacón de Fuenlabrada. La escritora murió en 2003 y al acto acudieron tanto su hermana gemela como su madre. Aguirre le preguntó a ésta: "¿Dónde está Dulce, en Cuba? ¿Por eso no ha venido?". Las fuentes que relataron la anécdota trataban de encontrar una lógica a este comentario: "Quizá Aguirre ha mezclado a Dulce Chacón con la escritora cubana Dulce María Loynaz". Pero lo cierto es que incluso esta otra escritora falleció mucho antes de la inauguración del colegio, en 1997.
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En octubre del año pasado, acudió al informativo nocturno de Telemadrid, entonces dirigido por Germán Yanke, y ante las preguntas de este periodista, le respondió: "No me gusta que usted compre el discurso de nuestros adversarios". A los pocos días, Yanke ya no era el presentador del informativo nocturno de una cadena que es, para muchos, paradigma de la manipulación informativa. De hecho, ya se está investigando su función en las instituciones europeas, y todo ello en medio de protestas de los sindicatos, denuncias de redacciones divididas e incluso despidos de algunos periodistas.
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Y de su gestión política en Madrid, hay dos detalles que siempre me han admirado. El primero, su eterno gusto por las preinauguraciones. Casi todos los días tiene un acto para inaugurar algo que todavía no puede ser utilizado, preferentemente hospitales. El segundo aspecto tiene que ver con la sanidad. Prometió dimitir si un madrileño esperaba en una lista más de 30 días antes de ser operado. No lo ha cumplido, pero se ha agarrado a subterfugios para esquivar la cuestión (participó hace poco en la web de El Mundo en una charla con los lectores y uno de ellos le expuso un caso que demostraba este incumplimiento; se limitó a decir que estaba sorprendida).
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¿Qué decir de esa biografía publicada el año pasado en la que la presidenta de la Comunidad de Madrid aseguraba abiertamente que le cuesta llegar a fin de mes con un sueldo mensual de 8.400 euros?. "No tener pagas extra me tiene mártir, las he tenido toda mi vida y las echo de menos en Navidad y en verano. No es que haga números a final de mes, ¡es que muchas veces no llego!", explicaba nuestra regidora en este libro de la periodista Virginia Drake. Aguirre primero desmintió que ella dijera algo parecido. Luego se conformó con matizarlo. Finalmente dejó que semejante afirmación cayera en el olvido.
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Las dos últimas de esta mujer han sido interesantes. Primero, el olvido de invitar al candidato del PSOE a la Alcaldía de Madrid, Miguel Sebastián, a la fiesta del 2 de mayo, día de la Comunidad de Madrid. Segundo, la omisión de una estación de Metro en el nuevo plano editado y ya retirado. La estación desaparecida era, curiosamente, Simancas, apellido del candidato socialista a la Comunidad de Madrid. ¿Coincidencias? Ya, seguro...

lunes, mayo 07, 2007

ANV y la Ley de Partidos

Admito que estos días he estado evitando tratar toda la polémica en torno a las listas electorales de ANV. No es un asunto nada fácil y, quizá, lo mejor era esperar a que la historia tuviera un final más o menos definido para poder hablar con propiedad. ¿Es ANV continuación de Batasuna y, por tanto, parte de ETA? ¿Ha acertado el Gobierno al impugnar sólo una parte de sus candidaturas o debería haber iniciado los trámites para ilegalizar también estas siglas? ¿Tiene razón el PP en sus furibundos ataques al Gobierno y sigue estando detrás una hipotética negociación con la banda terrorista? La respuesta: no tengo ni idea.
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Y no la tengo, me vais a disculpar que no sea aquí tan rotundo como en otros asuntos sobre los que escribo habitualmente, porque todo tiene más puntos de vista de los que uno se puede imaginar. Sigo pensando que la Ley de Partidos es positiva. Sobre el papel, impide que una organización terrorista pueda tener un brazo político. Conclusión lógica, Batasuna sigue siendo ilegal. Y las listas en las que la presencia física e intelectual de Batasuna es evidente, siguen el mismo camino y no pueden presentarse a las elecciones.
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Pero llega aquí el límite difuso de la Ley de Partidos. Dice el PP que si la mitad de las listas de ANV están contaminadas por ETA, es un partido contaminado y debe ser ilegalizado. El Supremo, en una extralimitación de sus funciones desde mi punto de vista, ha asegurado que ese es el camino que debían haber seguido tanto la Abogacía del Estado como la Fiscalía.
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Estamos hablando de restringir un derecho básico recogido en la Constitución, el de votar y ser votado en unas elecciones. Hay que ser muy cauteloso con eso. Admito, eso sí, que no me gusta nada, absolutamente nada, la idea de que ANV sea al final un instrumento de ETA y su presencia en los ayuntamientos suponga volver a épocas pasadas en las que el censo electoral era la mejor arma para que la banda aplicara su extorsión. Pero también hay que recordar que la ilegalización de Batasuna no priva a sus integrantes de sus derechos individuales.
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Muchos utilizarán los resultados de las elecciones para dar rienda suelta a sus teorías. Pero ahí se equivocan. Obvian un detalle básico: hay un elevado porcentaje del electorado vasco dispuesto a votar al partido más nacionalista e independentista que se presente, completamente al margen de su vinculación con ETA. Y, al igual que sucedió con el Partido Comunista de las Tierras Vascas (que superó en las autonómicas los resultados de la ilegalizada Batasuna), ANV seguro que gobernará algunos ayuntamientos.
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Ahora mismo me muevo en la indecisión. No sé si hay algo detrás de que finalmente ANV se presente a las elecciones en muchos municipios vascos y navarros. No me creo la visión idílica planteada por el Gobierno, pero ni mucho menos me acerco a la catástrofe que anuncia el PP. En este, como en otros muchos asuntos, nuestros políticos no están a la altura. Y los que acaban pagando son los ciudadanos. La pregunta es si nos merecemos otra clase política o si, en cambio, tenemos lo que nos merecemos...

viernes, mayo 04, 2007

Un irresponsable anda suelto

Supongo que reconocéis al tipo de la foto, ¿no...? Fue presidente del Gobierno de España durante ocho años, entre 1996 y 2004. Es actualmente presidente de honor del Partido Popular. Sucesor en la Presidencia de su partido elegido a dedo por Manuel Fraga. Es un político apreciado y despreciado a la vez por muchos. Amigo, o eso dice él, de George W. Bush. Y un irresponsable que anda suelto por el mundo.
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No tuvo suficiente con meter a España en una guerra, la de Irak, que se inició al margen de las Naciones Unidas bajo mentiras y promesas que siempre me parecieron falsas (¿os suena lo de un mundo más seguro, libre de terrorismo...? Poned el telediario y observad el penúltimo atentado en aquel país...). No tuvo suficiente con ser el presidente del Gobierno que no quiso contar la verdad a los españoles después del mayor atentado terrorista de la historia de nuestro país. No tiene suficiente con irse de vez en cuando fuera de nuestras fronteras a poner en peligro las inversiones extranjeras en España o las españolas en el extranjero. No. Ahora da una nueva muestra de irresponsabilidad de esas que uno no puede entender de ninguna forma, ideologías al margen.
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Por lo visto le han dado a Aznar la medalla de honor de la Academia del Vino en Castilla y León. El ex presidente del Gobierno aprovechó esta ocasión para criticar las decisiones y las campañas de la Dirección General de Tráfico, a la que yo defenderé siempre para acabar con una lacra que se cobra miles de vidas en España todos los años. "A mí no me gusta que me digan no puede ir usted a más de tanta velocidad, no puede usted comer hamburguesas de tanto, debe usted evitar esto y además a usted le prohíbo beber vino", dijo. Se burló del eslogan de Tráfico, del No podemos conducir por ti. "Yo siempre pienso, ¿y quién te ha dicho a tí que quiero que conduzcas por mí?", sentenció este señor.
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Y terminó con la mejor frase posible. Aznar dijo que, como ciudadano, sabe cuántas copas de vino que puede beber sin poner en peligro a los demás. "Déjeme que beba tranquilo, mientras no ponga en riesgo a nadie ni haga daño a los demás". ¿Os suena? ¿Eso del "yo controlo"? ¿Pero quién se ha creído este señor que es para meter esas ideas en la cabeza de la gente? ¿Qué le hace pensar que se puede situar por encima de la ley? ¿Qué le impide aplicar este razonamiento a cualquier otro ámbito de la vida? ¿O al consumo de cualquier otro tipo de sustancia, por ejemplo la heroína o la cocaína? Espero que a partir de ahora se ejerza un férreo control policial sobre Aznar para comprobar su tasa de alcohol en sangre cuando se ponga al volante, ya que ha confesado públicamente de forma sibilina que sobrepasa los límites cuando quiere.
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Las palabras de Aznar serían graciosas si no tuvieran de fondo una cuestión dramática. El año pasado las carreteras se cobraron la vida de más de 5.000 personas, y más de la mitad de esas muertes se produjeron por un consumo excesivo de alcohol. Cómo me gustaría saber cuántos de esos soltaron el "yo controlo" que defiende Aznar antes de ponerse al volante. España es el país europeo en el que más personas mueren al volante bajo los efectos del alcohol. Y no deja de ser curioso que Muñoz Repiso, director de la DGT durante los años de Aznar en el Gobierno, fuera uno de los principales defensores de introducir en el Código Penal la sanción como delito a los conductores que hubieran bebido de más.
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No le falta razón a la presidenta de la asociación Stop Accidentes, Ana María Campo, que ha tachado las palabras de Aznar de "apología del terror en la carretera". El actual director de Tráfico, Pere Navarro, ha dicho que no le queda más remedio que atribuir estas declaraciones bien precisamente al alcohol o bien a la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas. Yo, en estos casos, siempre me acuerdo de un presidente de un equipo modesto de fútbol (creo que fue el Barakaldo, o al menos yo siempre cuento así la anécdota) quien, después de un escándalo árbitral de proporciones épicas (partido suspendido por expulsiones, no sé cuántos penaltis en contra), dijo: "Esto sólo puede tener dos explicaciones: el alcohol o las drogas". Qué asco me da que un señor que ha tenido tal alta responsabilidad en el Estado sea un completo irresponsable...

miércoles, mayo 02, 2007

Despilfarro electoral

El blog amigo Sin futuro y sin un duro recogía hace unos días una información publicada por El Economista sobre el gasto de los dos grandes partidos en la ya inminente campaña electoral, esos quince días recogidos en la Ley que tienen las formaciones políticas para tratar de convencer al electorado de que son los mejores gobernantes posibles. Entre PSOE y PP se van a gastar la friolera de 47,6 millones de euros. No está nada mal, no...

Llevo días dándole vueltas a la idea para escribir sobre ella y no es fácil. Lo sencillo y seguramente algo demagógico es hacer comparaciones sobre lo que se podría hacer en esta vida con ese dinero. Pero también es inevitable. Por lo menos entre la gente de la calle, la que tiene problemas para llegar a final de mes (no como Mariano Rajoy o Esperanza Aguirre, que tienen la desfachatez de compararse con esas personas), ya que los grandes medios de comunicación no sólo no critican este despilfarro sino que incluso lo aplauden.

Cuando José Luis Rodríguez Zapatero llegó a la Secretaría General del PSOE nos prometió un cambio en la concepción de las campañas. Más debates y menos mítines, dijo entonces. Y eso no lo ha cumplido. Seguramente aquella fue una promesa demasiado optimista en un mundo en el que todo el mundo ansía la foto de portada del periódico del día siguiente (idea que me refuerza el hecho de que el líder de la oposición, sea del partido que sea, tenga la obligación de ir a visitar a los Príncipes de Asturias para felicitarles por el nacimiento de una hija), seguramente nunca se cumplirá y las campañas serán siempre como hasta ahora.

Pero es necesario acabar con esto, incluso si tiene que ser mediante una reforma de la Ley Electoral que limite este gasto. Y los medios de comunicación tenemos parte importante en esto. ¿Cuántos fines de semana vemos que todas las noticias políticas se limitan a las frases precocinadas que dirigentes de uno y otro partido lanzan ante un auditorio afín? Frases huecas y grandilocuentes y ningún hecho concreto. ¿Eso es noticia? Yo creo que no y me rebelo contra el status de noticia de un señor diga lo que diga y sea quien sea. Si Zapatero o Rajoy no dicen nada relevante en una comparecencia pública, no se da y punto. Y más en televisión, que los informativos tienen un tiempo reducido.

El caso es que esos 47,6 millones de euros que se van a fundir durante la campaña (procedentes en buena medida de los fondos públicos que reciben los partidos, que a nadie se le olvide) se van, sobre todo, en mítines y publicidad. Formas supérfluas de convencer a un electorado que, creo, está cada vez más cansado de las campañas convencionales y no les hace mucho caso. Yo tengo la tentación de desconectar de la política durante quince días. Creo que cada vez compensa menos escuchar promesas vacías, ataques injustificados (o justificados pero excesivos y poco elegantes), ver banderas de los partidos ondeando al viento, himnos a todo trapo y, por qué no decirlo, algo de sectarismo mediático. Si al fin y al cabo, ya sé a quién voy a votar y a quién no voy a hacerlo...