domingo, diciembre 10, 2006

Pinochet

Qué deliciosa ironía que el dictador Augusto Pinochet haya muerto en el Día Mundial de los Derechos Humanos. Fueron 17 años de dictadura. De secuestros. De torturas. De asesinatos. Su muerte deja una imagen que siento no haber visto, a Pinochet en la cárcel para pagar por los incontables delitos que cometió, y dejará una aún más triste: el fervor popular por su figura que seguro que acompañará su entierro. Me sigue pareciendo increíble tanta devoción hacia un monstruo como éste.
Un dictador menos en el mundo. Sin más.

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