miércoles, diciembre 20, 2006

"El proceso de paz está en sus fases preliminares"

Acabo de escuchar al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y, qué queréis que os diga... Hoy estoy más ilusionado que nunca ante el proceso de paz. Y me explico, que la cosa no es fácil, ya que el ministro no ha dicho casi nada tangible. Rubalcaba ha comparecido porque hoy se ha publicado la información más trascendente de los meses que ETA lleva de tregua. Al parecer, según El Correo y El Diario Vasco, el Gobierno habría mantenido ya una primera reunión con la banda terrorista. Habría sido el pasado jueves en un país europeo. Rubalcaba no lo ha desmentido ni lo ha confirmado. Bien por el ministro, me encanta esa discreción, necesaria en este proceso. Pero la noticia tiene suficiente trascendencia como para ser comentada. De lo que publican hoy los medios de comunicación y de lo que ha dicho Rubalcaba se pueden extraer varias conclusiones, quizá equivocadas, pero son las mías. Lo primero, creo que esa reunión sí se ha producido. Creo que ha sido un acercamiento que ha servido para constatar que ETA está dispuesta a seguir sin atentados (paso fundamental, aunque no decisivo, la kale borroka debe volver a desaparecer también) y que el Gobierno, a pesar de las presiones, sigue dispuesto a seguir adelante con el proceso. Si fuera cierto, como también se ha publicado, que la izquierda abertzale podría tener un gesto importante en las próximas semanas, la reunión sólo se podría calificar de éxito rotundo, pero para eso habrá que esperar. No acabo yo de tener fe en la ilegalizada Batasuna, y desde hace mucho tiempo tengo la sensación de que no pinta mucho en el proceso y de que ETA podría sacrificar a su brazo político durante el proceso. No lo sé, tiempo al tiempo... Ha dicho Rubalcaba que no hay por el momento nada relevante de lo que informar a los grupos parlamentarios (que serán los primeros en conocer los movimientos), y que cuando lo haya les informará, pero no puede ser casualidad que justo esta semana Rajoy vaya a visitar la Moncloa. Si la reunión con ETA fue efectivamente el pasado jueves día 14, y teniendo en cuenta que Zapatero ha estado fuera de España, no habría podido informar antes en persona al líder de la oposición. Estoy deseando escuchar el próximo viernes tanto a Rajoy como a quien comparezca por el Gobierno (espero que sea la vicepresidenta De la Vega y no el secretario de Comunicación, Fernando Moraleda, más que nada para dar relevancia al encuentro). Un leve cambio en el tono del dirigente popular me serviría para intuir que el camino empieza a ser el correcto, aún con todos los errores que el Ejecutivo haya podido cometer (que los ha habido). Rubalcaba ha dejado claro que no va a haber por el momento una rueda de contactos oficiales con los grupos parlamentarios porque "el proceso de paz está en sus fases preliminares". Otro acierto. Apresurar los tiempos sería un profundo error, y habrá quien interprete que esa aún no confirmada primera reunión con ETA es un paso de gigante y se puede llevar a equívocos a la ciudadanía. Si no hay nada relevante por el momento que contar a los grupos parlamentarios, quiere decir que nada hay ni siquiera hablado de forma previa con ETA. Ya sé que no va a servir para que quienes hablan de la legalización del terrorismo, de la entrega de Navarra o de la autodeterminación del País Vasco abandonen ese discurso, pero, para mí y de momento, es suficiente. Si no hay cambios, quiere decir que no habrá ni acercamiento de presos ni ninguna otra medida que sí se dio en anteriores procesos de diálogo con la banda terrorista y que hoy se calificarían poco menos que de traición a la patria. Entiendo que Rubalcaba, al igual que Zapatero antes, tienen razón en pedir prudencia y discreción. Hoy el ministro del Interior ha dado un paso más, admitiendo que comprende que los medios publiquen informaciones, a veces incluso contradictorias, sobre la marcha del proceso. Y, al mismo tiempo, se ha ofrecido a una comparecencia pública cada quince días. Aunque no pueda decir mucho más de lo que ha dicho hoy (casi nada, bien es cierto, aunque ha dejado entrever alguna que otra cosa), esa comparecencia puede ser muy útil. Digo que hoy soy optimista. A ver si el viernes, después de la reunión entre Zapatero y Rajoy, mi opitmismo crece aunque sea sólo un poco. Ya tengo los dedos cruzados...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Se ve una luz al final del proceso? Sinceramente, yo ya no sé que pensar. El hecho de que Rubalcaba no haya desmentido la reunión ya es un indicio de que sí se ha producido. Sin embargo, ayer mismo escuchamos en la televisión que dos etarras encañonaron a dos policías franceses y escaparon... Creo que el proceso se está llevando muy discretamente, como debe ser, y nosotros no conocemos ni lo más básico sobre él. Al menos, espero que esta avalancha de información contradictoria acabe con una buena noticia.