jueves, noviembre 16, 2006

¿Qué hace falta para que Luis Aragonés dimita?


La pregunta parece sencilla, pero en realidad no lo es. ¿Qué hace falta, qué más tiene que pasarle a la selección española de fútbol para que su entrenador, Luis Aragonés, deje el cargo? Venimos de fracasar en el Mundial (caer en octavos de final cuando se supone que la Liga española es una de las más fuertes del mundo es fracasar), él mismo ha presentado su dimisión en dos ocasiones (la primera no se la aceptaron, la segunda la retiró él mismo), estamos en una mala situación para clasificarnos para la Eurocopa de 2008 después de haber perdido dos de los tres partidos que se han jugado ya, y para colmo ya no ganamos ni los amistosos en casa. Y lo peor de todo es que ya la gente ni se preocupa en ver a la selección. Poco más de media entrada en Cádiz (¿por qué ese partido, que era a beneficio de la Asociación de Futbolistas Españoles, no se jugó en Madrid, donde la colonia rumana habría deparado una gran taquilla?) y poco más de cuatro millones y media delante de la televisión.
La mayoría de las decisiones que ha adoptado Luis Aragonés en los últimos meses no es que sean discutibles, es que ni él mismo las sabe defender. Las razones que dio para no llevarse a Raúl eran creíbles antes del Mundial o inmediatamente después, pero nunca después de jugar dos partidos. Lo que ha dicho de Torres es inaudito. No le lleva "para que aprenda", dice. Eso se llama hacer grupo, dar confianza a los jugadores. Por cierto, para mí es Torres es el jugador más sobrevalorado de la Liga española y yo no le llevaría, pero mis razones son futbolísticas. En el último amistoso, contra Rumanía, se ha llevado a Sergio Ramos, jugador que no va a poder jugar el próximo partido oficial por sanción. Si realmente quería probar cosas nuevas, esa era una oportunidad. Luis no confía en jugadores que por calidad tienen sitio en la selección, como son Reyes o Joaquín. Dice que no lleva a suplentes, pero no duda en apostar por quienes juagan poco (lo hizo en su día, por ejemplo, con Marchena) o en colocar a jugadores fuera de sitio (como Ramos, que el año pasado jugaba de central en el Madrid y él lo colocaba de lateral).
La afición no está con Luis Aragonés, como lo demuestran todas las encuestas que han hecho en sus páginas web diarios deportivos y no deportivos, y también como lo demostró la afición de Cádiz, que acabó coreando con "olés" los pases de la selección rumana.
Y a pesar de todo no se va... ¿Tanto beneficio reporta ser seleccionador? ¿Tanto como para arrastrar un nombre que era respetado por la mayoría antes de esta etapa? A mí Luis nunca me ha convencido. Ha entrenado a los equipos más importantes de la Liga española (Barcelona, Sevilla, Atlético de Madrid, Betis, Valencia...) y sólo ha ganado una vez el trofeo. Poco bagaje para quien se considera uno de los mejores. Pero aún así hay mucha gente que sí respeta al conocido como Sabio de Hortaleza y a la que debería responder dando por concluida su etapa con el equipo nacional.
La gente ya no está con la selección y hay muchos culpables de ello. Se impone un cambio ya, en el banquillo y en la Federación. Ángel María Villar, por mucho que cuente con el respaldo de los clubes, debería pensar también en su marcha. Es la selección lo que está en juego y nadie parece darse cuenta.

2 comentarios:

C.C.Buxter dijo...

¿Qué hace falta para que Luis Aragonés dimita? Pues que no nos clasifiquemos para la Eurocopa... e incluso en ese caso, quizá espere hasta que lo destituyan. Yo soy de los que respetaba a Luis Aragonés y lo tenía por un gran entrenador, pero es que cada vez pone las cosas más difíciles. Incluso después del Mundial, creía que lo correcto era que siguiese como seleccionador, para que pudiese formar un bloque con los jugadores jóvenes que hay ahora; sin embargo, sus decisiones son cada vez más raras.

El tema de Raúl es de risa: si no te gustó en el Mundial, y si no hizo grupo... y todas esas cosas que dicen los periodistas, lo lógico es que no lo lleves más; pero no le hagas jugar de titular en Islandia e Irlanda del Norte, para luego no llevarlo contra Suecia...

Pernía pasa de no contar para el Mundial, a ser titular cuando se lesiona Del Horno (¿qué pensaría Antonio López?), y ahora ya tampoco lo lleva porque ha descubierto que el mejor lateral izquierdo de España es Capdevila (¿qué seguirá pensando Antonio López?). Y Senna casi lo mismo: no lo convocó hasta antes del Mundial (donde fue titular), para luego desaparecer de la convocatoria y rescatarlo contra Rumanía.
Es cierto que Torres está sobrevalorado, pero ¿Arizmendi es mejor que él o que Reyes? ¡Clama al cielo! De Joaquín no me quejo tanto porque creo que no ha acabado de explotar su potencial.

Pero en cualquier caso, he acabado creyendo que la selección de futbol no da para mucho más. Si nos fijamos en los últimos años, nos hemos clasificado dos veces por medio de la repesca, y luego hemos hecho un ridículo espantoso en Portugal (aunque los equipos que nos ganaran fuesen los finalistas) y un papel mediocre en Alemania.

Yo tengo recuerdos de la selección más o menos desde la fase clasificatoria para el Mundial de EE.UU., y creo que el equipo más fuerte que hemos tenido ha sido con Clemente (especialmente el de Francia 1998, aunque el resultado fuese nefasto). Luego, desde que se fue Camacho, no hemos podido dejar de ir de mal en peor.

El error es creer que por tener la liga más fuerte, nuestra selección también ha de serlo. ¡Sólo hemos ganado una eurocopa y llegado a una final! Hemos de concienciarnos que nuestro puesto es clasificarse con holgura a las fases finales, y ahí llegar a cuartos; si alguna vez vamos más allá, pues será un éxito.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Lo malo es que miras las demás selecciones y tampoco parecen gran cosa... En el último Mundial, nadie jugó mejor que España en la primera fase.
Y estoy de acuerdo en que la mejor selección que hemos tenido en los últimos años ha sido la de Clemente, a quien yo defendí a capa y espada en su etapa. Pero si hemos convertido a Clemente en el mejor seleccionador que podemos tener, que Dios nos coja confesados...