jueves, octubre 26, 2006

La tregua de ETA y los juegos de palabras

En marzo ETA decretó la famosa tregua. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo entonces aquella famosa frase de que el proceso iba a ser "largo, duro y difícil". Pasados los meses, el fondo de la cuestión, a pesar de la enorme trascendencia que tiene esta materia, parece no importarle a nadie. ¿Cómo es posible que diga esto? Eso es lo que se preguntarán algunos, otros pensarán que estoy loco. Pero es que la sensación que tengo cuando leo la prensa, cuando habla nuestra iluminada clase política o cuando escucho las opiniones de algunas personas.
No hay más que fijarse en los aspectos que están generando controversia desde que la banda terrorista hizo público su comunicado. Por ejemplo, la cuestión semántica. La gente se pelea por si podemos llamar a esto proceso de paz o no. La última muestra, el debate de anoche en 59 segundos, en TVE, el debate que conduce en esta nueva etapa magníficamente Ana Pastor (mis felicitaciones). Decía Isabel San Sebastián que no se puede denominar así porque no estamos en guerra. Enric Sopena le contestó que Aznar, en su día, en su tregua, sí hablaba de paz y nadie decía nada. Apasionante, digo yo. Pero al mismo tiempo al sector que niega la expresión "proceso de paz" no le importa llenarse la boca con la "guerra al terrorismo" que proclama George W. Bush. Cuidado, que como nos descuidemos los misiles vuelan sobre nuestras cabezas...
Otra cuestión semántica. ¿Es esto una negociación, es un diálogo? Negociación no, dicen los que están en contra porque no se puede negociar nada con los terroristas. Lo mismo dice Aznar, que matiza que él no sentó a negociar con ETA, sólo a hablar, como si así borrara este capítulo de la historia. También queda mal visto que se hable de negociar, aunque según la Real Academia negociar, en una de sus definiciones, es "tratar asuntos públicos o privados procurando su mejor logro". No veo la perversidad por ningún lado. Ni el beneficio.
Se polemiza sobre las declaraciones institucionales. La última muestra, el debate en el Parlamento Europeo. ¿Efectos sobre lo que es el proceso en sí? Ninguno. ETA y el Gobierno seguirán adelante con sus respectivas pretensiones, pero la polémica ha ocupado páginas y páginas. ¿Y cuando se debatió en el Congreso? Todos los partidos salvo uno, el principal de la oposición, el PP, apoyaron la declaración. Uno no sabe a qué atenerse. Democráticamente, la victoria en la votación es de la mayoría, pero, claro, si no está el principal partido de la oposición la votación no parece del todo legítima. "Esto pasa por la puta democracia", dijo una vez un concejal (y hasta me guardo el partido al que pertenecía) en una votación de hace años por la guerra de Irak.
Se habla de la rendición de España, de la entrega a los terroristas de Navarra. Me pregunto cómo se puede rendir un país si no estamos en guerra. Me preguntó aún con más ansia todavía cómo se puede entregar una comunidad autónoma a una banda terrorista. ¿Quien lo proclama con tanta fuerza no sabe que cualquier cambio en el estatus de una comunidad autónoma y por tanto de la Constitución necesita de un referéndum previo? No sé cuántos miembros tendrá ETA, pero supongo que ya estarán hablando del reparto de carteras en ese futuro gobierno suyo...
Al Gobierno se le critica la internacionalización del conflicto. ¿Y eso qué es? ¿Que líderes europeos muestren a España su solidaridad por la existencia de ETA? ¿Que Francia se haya convertido en un buen aliado contra el terror? ¿Que se produzca un debate en el Parlamento Europeo? ¿O que la propia Unión Europea, a petición del anterior Gobierno español, haya incluido a ETA y a Batasuna en su lista de organizaciones terroristas? Busco a Lucifer en todas estas preguntas y de verdad que no lo encuentro...
Será la relegalización de Batasuna entonces donde esté el olor a azufre. Lo digo porque todo el mundo habla a la ligera de la "relegalización" de la formación abertzale. Que yo sepa, Batasuna está ilegalizada por dos vías: la vía de la Ley de Partidos (esa que unos dan por derogada y que quien la tendría que derogar no para de decir que la va a mantener; más páginas y páginas en los periódicos...) y la vía judicial, acordada por el juez Baltasar Garzón en relación con la financiación de ETA a través de las herriko tabernas que controla Batasuna. Y si un juez ha decretado la ilegalización de Batasuna, ¿cómo va a conseguir el Gobierno que acceda a sus divinos designios? Ah, perdón, no me había dado cuenta de la innata desconfianza de todos en la división de poderes que se manifiesta sólo cuando nos conviene, porque cuando es a favor proclamamos a los cuatro vientos el respeto a las decisiones judiciales.
Luego está la pelea sobre la relación entre el pasado y el presente. Lo que antaño era positivo, ahora es perverso. Lo que se hizo hace años, ahora es una traición a España. ¿Que antes se acercaron presos a Euskadi y ahora no? Da igual, los de ahora son los malos y los de antes los buenos. ¿Que antes ETA era el "Movimiento de Liberación Nacional Vasco" y ahora una banda terrorista? Cuidado, que eso es que están ocultando concesiones. ¿Que en aquella "tregua-trampa" la Mesa Nacional de HB procesada sale a la calle y ahora se procesa a la actual de Batasuna? Empiezo a pensar que estoy traicionando a la patria por escribir esto, sólo por pensarlo.
Y en el fondo de todas estas discusiones, que son las que han ocupado cientos y cientos de páginas de periódico, horas y horas de radio y televisión, de información, de opinión y de tertulias, nadie parece darse cuenta de que el problema sigue siendo el mismo. ETA es el último reducto terrorista de Europa y hay que acabar con él. Llevamos tres años sin muertos por el terrorismo etarra, y el objetivo debe ser perpetuar esa situación, dar salida a todos los problemas y evitar que a un vasco se le mire mal en el resto de España o que a un español se le mire mal en Euskadi. Esa es la convivencia y la paz que hacen falta y todas estas discusiones no nos acercan a ellas. Todo lo contrario. Y todos tienen su parte de responsabilidad en la actual situación. No la van a asumir, pero la tienen.

2 comentarios:

Alfonso Piñeiro dijo...

Bravo, valiente y certero análisis el tuyo, Juan. Ojalá lo leyeran quienes están empeñados en hacer que el proceso vuelque y haya sangre. Bastará con la milésima parte de Omagh: ese día propagarán que hay que sacar los tanques a la calle. Y si no, tiempo al tiempo.

Vergüenza de país. Vergüenza de puto país. Vergüenza de caverna de los cojones. Dan ganas de borrarse de sólo escuchar a quienes tanto se les infla la boca con la palabra España y se pasan por las zurraspas cualquier afinidad patriótica, cualquier ocasión de construir España como sociedad de convivencia.

Al margen de, decirte que entre mi blog de cabecera y tú me hicisteis el blog feliz. Nos leemos.

Alfonso Piñeiro dijo...

Juas!!! Entre mi "blog" de cabecera. Quise decir entre mi troll de cabecera y tú...

Si es que no son horas, ya me lo decían en casa, que a estas tres de la madrugá que son hay que dormir...